La escritura perpetua

José Luis Garci

Garci vuelve este otoño a rodar cine, después de aquella película estrenada en 2012 sobre Sherlok Holmes. Víctor Clavijo encarnará a un Germán Areta joven

Publicado: 17/09/2018 ·
12:16
· Actualizado: 17/09/2018 · 12:16
Autor

Luis Eduardo Siles

Luis Eduardo Siles es periodista y escritor. Exdirector de informativos de Cadena Ser en Huelva y Odiel Información. Autor de 4 libros.

La escritura perpetua

Es un homenaje a la pasión por escribir. A través de temas culturales, cada artículo trata de formular una lectura de la vida y la política

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El cine de José Luis Garci es melancolía, palabra y actor. Alfredo Landa, es decir, el detective Germán Areta en ‘El Crack’, que conduce su coche hacia el peligro por una Gran Vía oscura y sucia mientras escucha en la radio la voz de Manuel Martín Ferrand; o el mismo Alfredo Landa besando suavemente los labios de Ana Fernández en la húmeda nostálgica calidez de ‘Historia de un beso’; o aquella conversación entre Antonio Ferrandis y José Bódalo en una escena que, por sí misma, vale un ‘Oscar’, en ‘Volver a empezar’. Ferrandis confiesa que sufre una enfermedad terminal, y que por eso ha regresado a Gijón, a aquel José Bódalo impresionante, que recogía esas palabras sólo con el dolor en los ojos, como únicamente han logrado unos escasos grandes actores en la larga historia del cine y del teatro, expresar sólo con los ojos. Ahora, con 74 años, Garci ha dicho: “Han empezado a morirse mis amigos y me doy cuenta de que estoy en un campo minado”. La ficción, claro, siempre es un anticipo luminoso o doloroso de la realidad. El cine de Garci es, sobre todo, melancolía, porque permanentemente parece estar hecho por un artista que vive sólo en la madrugada, como los mejores locutores de la radio. Es un cine hermoso, porque es un cine muy literario. Las imágenes de las películas de Garci están llenas de literatura. Cuando José Sacristán habla a deshoras en un estudio de radio en ‘Solos en la madrugada’ lo envuelve el humo del cigarrillo que está apurando y eso no es únicamente cine: se trata de literatura.

Garci vuelve este otoño a rodar cine, después de aquella película estrenada en 2012 sobre Sherlok Holmes. Víctor Clavijo encarnará a un Germán Areta joven, que deja la Policía para abrir su despacho en la Gran Vía madrileña. En esta tercera versión de ‘El Crack’ ya no estará Alfredo Landa, claro, ni se podrá escuchar la voz de Manuel Martín Ferrand, pero sin duda aparecerá el trazo sensacional de las películas de Garci. Y tampoco se parece en nada la actual Gran Vía madrileña a aquella que recorría Alfredo Landa en los años 80, con las cafeterías de estilo neoyorquino, los cines de estreno, los cabarets con el destape de la Transición y la ginebra del tardofranquismo, y aquella cosa que tenía esa calle entre cosmopolita y pueblerina. Hay que esperar con impaciencia el estreno de la nueva película de Garci, con Germán Areta, ‘El Piojo’, aquel detective que nos enseñó que importa navegar antes que vivir.

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