A muy pocos metros de donde siguen los trabajos de limpieza y retirada del lodo que dejó la dana, en el corazón del pueblo de Alfafar, decenas de personas hacen cola para buscar la suerte en uno de las pocos despachos de Loterías y Apuestas del Estado abiertos en la zona cero de la tragedia.
En la calle Julio Colomer, cerca de un conocido supermercado y coincidiendo con un corte de electricidad como los que se repiten estos días, el lotero Francisco Javier Bermell saca un hueco para contar a EFE que son muchos los que se agolpan dentro y fuera de su establecimiento para buscar un golpe de suerte.
Aunque no todos, la gran mayoría ha coincidido en pedirle décimos de lotería, sobre todo para el Sorteo Extraordinario de Navidad, acabado en 29, un número marcado ya en el calendario por ser el día de este pasado octubre en que se produjo la dana que arrasó este punto de Valencia.
El 29, el más buscado
"De momento no nos quedan existencias del 29, por la fecha en que se produjo la inundación", relata Bermell, quien añade que otros muchos pacientes tentadores de la suerte también preguntan por el 29.104, en referencia al 29 de octubre de 2024.
"Hemos notado un aumento de ventas, porque además en esta zona no hay ninguna administración que siga abierta; otras han quedado dañadas o muy deterioradas", prosigue este lotero, quien confía en que un golpe de suerte puedan venir a compensar un poco los graves daños de la dana.
Como Francisco Javier, María Pilar Romeu, residente en Sedaví y que ha acudido esta mañana a Alfafar para ir al supermercado y aprovechar para comprar lotería, tiene esperanzas de esa ansiada fortuna: "Hemos salido en la tele por las riadas, así que ojalá podamos salir en Navidad brindando con champán".
Otro vecino de su mismo pueblo, José Ramón Fernández, coincide con ella en el deseo de que el azar pueda compensar tanta desgracia: "Estamos tentando la suerte después de lo que ha pasado, a ver si tenemos suerte y por lo menos nos arregla un poco", dice a EFE, mientras lamenta que el número 29 esté agotado desde el primer día y "no haya manera de encontrarlo".
Mantener la ilusión
"La ilusión es lo último que se pierde", añade otra vecina, quien en cambio no ha venido buscando ningún número concreto pero que igualmente confía en la suerte para tantos sitios donde ha habido destrozos.
Al igual que ocurre con la Lotería Nacional, muy cerca de la ajetreada administración de Alfafar, Yolanda Marín, quien trabaja en la ONCE desde hace un par de años, ha retomado este mismo lunes su actividad desde aquel fatídico 29 de octubre.
"La gente, que suele pedirme el 29 como algo simbólico, está deseosa de sacar un poco de dinero. A ver si podemos dar una alegría y que todo se recupere cuanto antes", indica a EFE.
Desde la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (Anapal), que representa los intereses de más de 4.100 establecimientos en toda España, su presidente, Borja Muñiz Urteaga, confirma a EFE lo que relatan estos vecinos.
Aumento de ventas
"Durante estos días hemos identificado cómo las administraciones de lotería que se encuentran en las zonas afectadas de la provincia de Valencia y en la propia ciudad han experimentado un aumento en la venta de décimos de la Lotería de Navidad", explica.
Todos los años, durante los últimos meses del calendario, llegan a las administraciones muchas personas pidiendo un número concreto u otro por alguna superstición o augurio que han tenido.
Los cumpleaños o fechas señaladas suelen ser los números elegidos, así como las tradiciones familiares en las que siempre compran el mismo décimo.
En este caso, debido a la catástrofe que ha sufrido la Comunitat Valenciana, desde esta asociación han detectado que muchas personas piden el 29 en su décimo o incluso la fecha concreta 29.104.
Ahora ya es cuestión de esperar si la fortuna se acuerda de esta devastada zona y la suerte sonríe a algunos de los miles de damnificados por la dana.