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El Puerto

Compromiso

Un apretón de manos entre caballeros sellaba un pacto y las palabras no se las llevaba el viento, sino que \"iban a misa\".

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Un apretón de manos entre caballeros sellaba un pacto y las palabras no se las llevaba el viento, sino que "iban a misa". Está claro, que la ambigüedad y el jugar a la confusión, hoy día, constituyen ese viento que se lleva las palabras, los acuerdos y los pactos, así como la honra y la poca vergüenza que les quede a algunos.

Es muy fácil "cogérsela con papel de fumar" y arremeter contra todo cuando se está en la oposición, pero cuando se está en el gobierno, ya no vale sólo con dar la cara. Hay que cumplir. ¿De qué sirve una oposición que ha llevado en su programa una serie de promesas y que teniendo "mano" en instituciones superiores no son capaces de mover los hilos?

Demuestran, que por encima del interés de su ciudad está el de su partido. Espabilen, que la silla se mueve; ya está bien de crispar, prometer lo que luego no hay forma de cumplir, de ambigüedades, de falacias y de medias verdades, no estiren más la cuerda, que al final los que pagan son los de a pie.

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