Jerez

Una semana fuera de sus casas y con la vista puesta en las obras

Desde el Ayuntamiento aseguran que está “acelerando” los trámites para apuntalar el edificio de San Telmo cuanto antes

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  • Los vecinos con Camas -

Las siete familias -ocho adultos y tres menores- desalojadas del bloque 26 de San Telmo Viejo tras detectarse deficiencias estructurales en el edificio cumplieron ayer una semana fuera de sus casas.  Siete días horríbilis que podían haber sido mucho más negros si no hubieran tenido la cobertura de los Servicios Sociales del Ayuntamiento, que los derivó a un hotel  para el caso de cuatro de ellas, (las otras tres están en casas de allegados) y en el que todavía permanecen. Ahora lo que quieren es volver a recuperar “cuanto antes” la normalidad y esto depende y mucho de que las obras de apuntalamiento arranquen lo antes posible.

Esa es la intención de Urbanismo e Infraestructuras, que están “acelerando”  los trámites para culminar el proceso previo a esta intervención y meter mano a los trabajos “lo antes posible” como  han señalado a este periódico fuentes municipales, sin querer dar plazos de cuándo empezarán a apuntalar.

Mientras tanto, lo último que les ha llegado a los vecinos es que tenían hasta este domingo para quedarse en el hotel, tras haber prorrogado este recurso hasta en dos ocasiones desde el pasado sábado, y que debían buscarse pisos de alquiler “económicos” para alojarse mientras no se acometa la intervención. 
En principio el Ayuntamiento asume tanto los gastos del apuntalamiento (entre 1.800 y 2.000 euros) y el alquiler, aunque los vecinos confían en que ni siquiera lleguen al mes si es que se tienen que trasladar finalmente de hotel.

Cruzando los dedos
“No creemos que las obras duren mucho, pero ya tenemos 10 pisos buscados por las zonas de Puertas del Sur, La Cartuja, Vallesequillo, para planteárselo”, señala David Jiménez, uno de los vecinos afectados y padre de familia separado al que asegura que se le  hace cuesta arriba “estar metido en una habitación” y tener que ir a su vivienda en un bloque que ahora custodia la Policía Local lo estrictamente necesario para recoger sus pertenencias más básicas. En cualquier caso están “muy agradecidos” al Ayuntamiento y se sienten “muy apoyados” por su barrio y la asociación de vecinos.

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