Según este representante, la no admisión del ciudadano de etnia gitana Joaquín Heredia Nieto en el local, que dio lugar a una hoja de reclamaciones firmada por 14 personas, se produjo a causa de “un error identificativo” cuando éste fue avistado a través de las cámaras de seguridad.
En base al relato de los hechos aportado por este portavoz de Élite, “el compañero confundió a este señor con una persona, también de etnia gitana, que había provocado un altercado la semana anterior”, y alegó que fue por esta razón por lo que no dieron paso al denunciante.
Fuentes consultadas por este diario recordaron que el hecho de que una persona haya “montado bronca” en un local una noche no justifica la negativa del local a admitirlo en otro momento.
De igual modo, desde el local de ocio quisieron salir al paso de las declaraciones efectuadas por uno de los firmantes que acompañaba a Heredia, Miguel Galán, quien aseveró que la discoteca no avisaba a través de ningún cartel informativo que grababan con cámaras. Este representante aseveró que el indicativo está “claramente visible” en el exterior.
Porteros
Élite quiso hacer constar, igualmente, que los porteros que hay en la entrada están contratados a través de una empresa “que cumple a la perfección con la normativa establecida para este tipo de profesionales”, queriendo desmentir con ello cualquier insinuación de ilegalidad en sus servicios.
Desde el local alegaron, además, que ejercen un derecho de admisión y que es precisamente la aplicación de estos criterios lo que ha dado fama de buen ambiente al local, asegurando que apenas se producen peleas como en otros locales.
No obstante, hay que recordar que la normativa prohibe establecer condiciones particulares de admisión salvo que haya una autorización municipal.
